6/7/09

El gigante de Tiananmen



Nos conmovió hace veinte años, y nos ha vuelto a conmover ahora, la imagen de aquel hombre tratando de detener la marcha de un tanque del ejército chino. Aquella noche del 3 al 4 de junio de 1989, el gobierno mostró toda su ferocidad contra quienes se habían manifestado contra él en la plaza de Tiananmen. Los enormes tanques aparecieron en aquel inmenso espacio y, como los gigantes de hierro no tienen corazón, lo inundaron de sangre.

Al referirse a aquel enfrentamiento entre un hombre diseñado para vivir y una máquina diseñada para matar, algún comentarista ha hablado de David y Goliat. Está bien, pero a mí se me antoja que aquella noche el hombre fue el gigante poderoso y el tanque solamente un débil instrumento de muerte.

El David bíblico se enfrentó al gigante filisteo blandiendo con coraje la honda que había usado tantas veces para defender a la ovejas, y lo hizo desde la convicción de que el Dios de Israel estaba de su parte, y uno con Dios siempre es mayoría. El valiente ciudadano chino se enfrentó al gigante metálico desde la convicción de que la vida y la paz son el camino para entenderse, aunque no pudo impedir que siguiera su marcha. David derrumbó a Goliat con una sola piedra, y nuestro valiente lo derrumbó con dos bolsas -¿de plástico?- como única arma. No sé qué llevaba en ellas, pero tal pudieron ser flores. Su firmeza frente a la máquina señala el verdadero valor de quienes defienden la paz, la libertad y la vida frente a quienes no toleran la libertad y asesinan a quienes se les oponen, porque su paz es solamente la paz de los muertos.

Nos emocionó entonces, y nos emociona ahora. Parece que no se supo nunca qué fue de aquel gigante de Tiananmen: ¿lo mataron o sigue muriéndose en alguna cárcel? Sea como sea, la Historia ha recogido que aquella noche de junio sólo hubo un gigante en aquella plaza: un hombre con dos bolsas en las manos. Los tiranos de cualquier pelaje no debieran olvidar esa imagen, porque, a la corta o a la larga, han de ser personas como él quienes acabarán derribándoles.

10 comentarios:

Jona dijo...

Independientemente del tema, hoy debo felicitarle, abuelo, porque el post está escrito con un pulso narrativo brillante. Es de los que más me han gustado.

Y adelante con ese Premio 20blogs en el que le he visto inscrito. Seguro que sirve para que muchos descubran sus apasionadas (o emotivas) batallitas.

Jose Antonio dijo...

Pues posiblemente aquel joven estudiante que se puso ante los tanques esté muerto o muriendo en una cárcel, como bién dices.
Alguien podrá decir que aquello fue un acto heróico digno de un Gandi. Sin embargo, la tiranía y el abuso indiscriminado sobre el más débil es algo que los que realmente pueden enfrentarse y decir alog...no lo hacen...y creo que nunca lo harán. Porque son cómplices silenciosos que no quieren "problemas" porque ellos están bien servidos y bien saciados.
Un abrazo y muy bueno tu artículo
José Antonio...el que va pa Zamora.

Jaime C. Sanchis dijo...

Estoy aprovechando el concurso de 20minutos para visitar blogs que no conocía, y la verdad, que grata sorpresa encontrar uno tan bien escrito.
Y por cierto, el lunes me voy a China, y visitaré entre otras, la plaza de Tiananmen. Vaya casualidad.

el abuelo dijo...

Bienvenido, J.

Agradezco de veras tu comentario y espero que tu visita a China y tu paseo por la plaza de Tiananmen te sean muy provechosas.

Sería estupendo que pudieras compartir algún detalle de tu experiencia. Gracias de antemano.

el abuelo dijo...

Buen viaje, Jose.

Te espero al regreso, para seguir recibiendo tus siempre acertados comentasrios.

Felices vacaciones.

el abuelo dijo...

Querido Jona:

Con esto del concurso de blogs voy de sorpresa en sorpresa. Y como sea que eres en gran parte responsable de que yo aparezca por ahí, recibe un fortísimo abrazo de agradecimiento...

Sigo tu blog con el intérés de siempre.

El Ratón Tintero. dijo...

¡Vaya nivelazo de post!
Fondo y forma te cogen de la mano de principio a fin, sin soltarla ni un segundo.
Magistral, todo un gustazo de lectura.

el abuelo dijo...

¡Me quedo de una pieza cada vez que compruebo que mis batallitas puedan despertar tanto entusiasmo; sobre todo en personas como tú, que llevas años escribiendo!

Gracias de nuevo, querido Ratón. Por cierto, a mí también me gusta el queso. ¿O es que eres Ratón de Biblioteca y por ahí debo entender lo de Tintero?

El Ratón Tintero. dijo...

Ya no me acuerdo si aprendí a escribir antes que hablar, y mira que soy charlatana jejeje
pero nunca he dejado de aprender; por eso entro por aquí ;-)

Lo del "ratoneo" tiene su historia, quise titular el blog con algo antiguo y nuevo al escribir, y luego me empezaron a llamar "Ratona", cosa que me hizo gracia porque de pequeña me decían: "Esta niña sabe más que los ratones coloraos" :-D

En cuanto al alimento, me gustan por igual los libros y el queso :-P

el abuelo dijo...

¿Ratona?

No estoy convencido de ser apto para añadirme al círculo de confianza que se permite llamarte Ratona. Aun así, y aunque sea con interrogantes a modo de flotadores para no hundirme en el intento, oso hacerlo.

Gracias de nuevo por visitarme. ¿Sabes? Me va pareciendo que tenían toda la razón del queso -léase mundo- quienes dijeron de ti que sabes más que los ratones coloraos.

Un ratonil saludo