29/11/08

¡¡¡¡Presenteeeeen....armas!!!!


Soy abuelo y, como todos los de mi generación, cuento batallitas. Ahora que me han convencido, por fin, de que debo tener un blog propio, apenas he dudado en cómo debo llamarlo: Las batallitas del abuelo.

Me gusta la frase, me parece tierna. Sé que, cuando algunos la usan, puede que lo hagan con la aviesa intención de restarle importancia a las cosas que puede contar un abuelo. Eso suele pasarles a quienes se han empeñado en que todos los abuelos, por el hecho mismo de serlo, estamos anclados en el pasado, y que por esa razón siempre ametrallamos los oídos de los demás con nuestras batallitas. Otros hablan de batallitas con mucho cariño, hasta emocionarnos a los de lágrima fácil.

Pero es que resulta que por haber vivido bastantes años –es decir, por haber podido llegar a ser abuelo-- he venido descubriendo que conceptos como pasado, presente y futuro son términos que usamos para entendernos siquiera un poco. Además, no me ha sido muy difícil toparme con viejos de mentalidad juvenil y jóvenes con mentalidad arcaica. Tenía razón quien dijo por primera vez –otros lo hemos repetido luego— que los años no tienen nada que ver con la edad.

Por esta razón, y seguramente por muchas más que puede que vayan apareciendo en el blog, me embarco en este blogueo(?) casi convencido de que puedo ser capaz de animar a otros con mis batallitas de abuelo, que no son pocas. Se me ha llamado a presentar armas, y aquí estoy.

Escribiré, bajo los efectos cotidianos del batallismo longevo, de todas aquellas cosas de aquí y de allá que me parezcan razonablemente importantes, con la pretensión -¿por qué no?- de que interesen a otros. A ti, por ejemplo.

Nos vemos en el campo de batalla.....