Mis antecedentes familiares por parte de madre están relacionados con la farándula, sobre todo con la zarzuela y el sainete. Si será así, que yo mismo me recuerdo representando a un “pastoret”, luciendo pantalones negros, camisa blanca, faja roja y “barretina”, semiescondido en una esquina del escenario: ¡qué vergüenza me daba que me viera tanto personal que yo no podía ver porque las candilejas me deslumbraban!
Mi tío Antonio era un cómico muy reconocido: conservo fotos y recortes de prensa que lo atestiguan. Vivía con su familia en la calle del Tigre, casi un estrecho y oscuro pasillo de la Barcelona antigua. En la esquina con la Plaza Real estaba la enorme tienda del Taxidermista. Cuando visitábamos a mis tíos, me quedaba todo el tiempo que me dejaban mis mayores pegado a los cristales de sus enormes escaparates. Todavía me parece estar viendo a aquel enorme oso, y al león, y al lobo y a la zorra, y a muchas aves. Estaban tan bien disecados que parecían desafiarte. Cuando pasé por allí años después todo aparecía muy abandonado y polvoriento: eso que los puristas llaman “la pátina del tiempo”.
Después de varios años he vuelto al lugar, y ahora aquel local lo ocupa un restaurante que conserva el nombre “Taxidermista”. Ni entré cuando estaba lleno de animales ni he entrado ahora, aunque tal vez lo haga algún día, a modo de catarsis. En un letrero situado en la entrada ofrecen, entre otras especialidades, “bocaditos”: los bocaditos del Taxidermista. Y a mí me dio por reír al leerlo. Seguro que son muy buenos, pero a mí eso de los bocaditos me recordó aquellas fauces amenazadoras que me tenían enganchado… a este lado del escaparate, claro.
Ya os he confesado que mis antecedentes familiares son muy teatreros…
Mi tío Antonio era un cómico muy reconocido: conservo fotos y recortes de prensa que lo atestiguan. Vivía con su familia en la calle del Tigre, casi un estrecho y oscuro pasillo de la Barcelona antigua. En la esquina con la Plaza Real estaba la enorme tienda del Taxidermista. Cuando visitábamos a mis tíos, me quedaba todo el tiempo que me dejaban mis mayores pegado a los cristales de sus enormes escaparates. Todavía me parece estar viendo a aquel enorme oso, y al león, y al lobo y a la zorra, y a muchas aves. Estaban tan bien disecados que parecían desafiarte. Cuando pasé por allí años después todo aparecía muy abandonado y polvoriento: eso que los puristas llaman “la pátina del tiempo”.
Después de varios años he vuelto al lugar, y ahora aquel local lo ocupa un restaurante que conserva el nombre “Taxidermista”. Ni entré cuando estaba lleno de animales ni he entrado ahora, aunque tal vez lo haga algún día, a modo de catarsis. En un letrero situado en la entrada ofrecen, entre otras especialidades, “bocaditos”: los bocaditos del Taxidermista. Y a mí me dio por reír al leerlo. Seguro que son muy buenos, pero a mí eso de los bocaditos me recordó aquellas fauces amenazadoras que me tenían enganchado… a este lado del escaparate, claro.
Ya os he confesado que mis antecedentes familiares son muy teatreros…
6 comentarios:
Muy interesante lo de los antecedentes teatreros. Curioso nombre para un restaurante.
Saludos
FELIZZZZ CUMPLEAÑOS ABUELO!!!!!
Gracias por este año lleno de batallitas y que sean muchos más!!
Ya paso un año desde ¡¡¡presenteeeeeen.....armas!!!
Estimado joselop44:
Sí que es curioso ese nombre. Si alguna vez entro en ese local, les preguntaré por qué han mantenido ese nombre.
Que tengas un buen día
Bienvenido, Gerson:
Gracias por tu felicitación: ¡un año ya! Seguiré mandando batallitas, aunque sólo fuera para que pasarais un buen ratito quienes tenéis la amabilidad de visitaema.
El asesor en marketing de ese restaurante tiene delito… jejeje
No sólo no abre el apetito, sino que entran las fatiguitas de la muerte :-P
Felicidades por tu primer cumpleblog, y bravo bravísimo siempre por todos los teatreros del mundo!!! ;-)
Buenos días, Ratón Tintero.
Agradezco mucho tu felicitación, estimada bloguera. ¿Te imaginas que´entro en ese restaurante y me encuentro de perchero los cuernos de un búfalo, el asiento de las sillas forrado de piel de cebra y un parroquiano con una trompa de aúpa, y etc. etc.?
Si les visito, os lo cuento.
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