Ha sido llamado el “enigma de los siglos”: ¿Estamos solos en el universo? ¿Hay vida en otros planetas?
La NASA ha lanzado al espacio la sonda Kepler, a la búsqueda de otros planetas que puedan albergar vida. No buscará sólo uno, sino que orbitará para saber cuántos hay en la Vía Láctea.
Esta vez, la noticia no dice nada de los millones que cuesta esta aventura espacial. No hace falta. ¿Podré ver el día en que los gobernantes políticos y económicos –tanto monta, monta tanto- asuman la responsabilidad de que en nuestro planeta mueren cada años millones de seres humanos?
En la mayor parte de los países de nuestra esquilmada Tierra, muchos se están preguntando: “¿Estamos solos…?”. Hay que agradecer los esfuerzos que algunos hacen para “acompañarles”, pero no basta para resolver tan lacerante injusticia.
El principal responsable de este proyecto ha dicho: “Estamos buscando planetas donde la temperatura es la justa para que haya agua líquida en la superficie”. Pero, ¿tienen presente de que aquí sí la tenemos, pero que, mientras que una minoría la derrochamos –como si fuera nuestra-, la gran mayoría se muere de sed? ¿Han hecho números de lo que costaría cambiar esa situación?
Una cosa más. Dicen que “el censo de mundos habitables no comenzará a elaborarse hasta dentro de más de dos años”. ¿Cuántos terrícolas más han de morir durante ese tiempo?
En uno de los márgenes de la página donde he leído la noticia hay otra, muy corta, que nos dice que la Amazonia se está muriendo. En lugar de absorber 2.000 millones de dióxido de carbono, en el 2005 emitió más de 3.000 toneladas de CO. ¿La causa? La mortalidad de los árboles… por causa de la sequía.
Nuestra sociedad vive la peor sequía moral de toda nuestra Historia. ¿Sabéis una cosa? A mí me parece que, como en los días de la torre de Babel, cuanto más arriba queremos subir, más abajo nos encontramos. Como ser humano, y por tanto responsable en alguna medida de este despropósito, me duele, me duele mucho oír las voces de quienes se preguntan: “¿Estamos solos… en la Tierra?”.
La NASA ha lanzado al espacio la sonda Kepler, a la búsqueda de otros planetas que puedan albergar vida. No buscará sólo uno, sino que orbitará para saber cuántos hay en la Vía Láctea.
Esta vez, la noticia no dice nada de los millones que cuesta esta aventura espacial. No hace falta. ¿Podré ver el día en que los gobernantes políticos y económicos –tanto monta, monta tanto- asuman la responsabilidad de que en nuestro planeta mueren cada años millones de seres humanos?
En la mayor parte de los países de nuestra esquilmada Tierra, muchos se están preguntando: “¿Estamos solos…?”. Hay que agradecer los esfuerzos que algunos hacen para “acompañarles”, pero no basta para resolver tan lacerante injusticia.
El principal responsable de este proyecto ha dicho: “Estamos buscando planetas donde la temperatura es la justa para que haya agua líquida en la superficie”. Pero, ¿tienen presente de que aquí sí la tenemos, pero que, mientras que una minoría la derrochamos –como si fuera nuestra-, la gran mayoría se muere de sed? ¿Han hecho números de lo que costaría cambiar esa situación?
Una cosa más. Dicen que “el censo de mundos habitables no comenzará a elaborarse hasta dentro de más de dos años”. ¿Cuántos terrícolas más han de morir durante ese tiempo?
En uno de los márgenes de la página donde he leído la noticia hay otra, muy corta, que nos dice que la Amazonia se está muriendo. En lugar de absorber 2.000 millones de dióxido de carbono, en el 2005 emitió más de 3.000 toneladas de CO. ¿La causa? La mortalidad de los árboles… por causa de la sequía.
Nuestra sociedad vive la peor sequía moral de toda nuestra Historia. ¿Sabéis una cosa? A mí me parece que, como en los días de la torre de Babel, cuanto más arriba queremos subir, más abajo nos encontramos. Como ser humano, y por tanto responsable en alguna medida de este despropósito, me duele, me duele mucho oír las voces de quienes se preguntan: “¿Estamos solos… en la Tierra?”.
6 comentarios:
creo que el hombre es insaciable
Apreciada Adriana:
Tienes razón. Si acaso, hemos de alegrarnos de que no todos los seres humanos seamos iguales: todavía los hay que sacian sus reclamaciones más íntimas con el cariño de los que tienen cerca. Seguramente, unas veces más que otras.
Quienes emborronan los cuadernos de los más son aquellos pocos -siempre demasiados- que pelean, al precio que sea y caiga quien caiga, por alcanzar mayores cotas de esos que ellos consideran poder y preitigio.
Gracias de nuevo.
Desgraciadamente, la mentalidad sin Dios no comprende el arriba sin estar subido en lo de abajo. Las relaciones humanas son cada vez más verticales hacia el superhombre.
Saludetes!
¿Superhombre? Para llegar a serlo habría que comenzar por saber qué es eer Hombre. "Qué es el hombre?", se preguntaba el salmista. La trasmpa de la verticalidad nos roba la bendición de la horizontalidad.
De cualquier modo, todos hemos de "subir hacia arriba" algún día...
Saludetes, Teniente.
Aih! Qué triste me pone cómo está el mundo (aunque suene a frase de toda la vida) y cómo están muchos de los que viven en él. Sí, parece que el hombre no tiene suficiente con estropear este planeta que necesita buscar más; bien para ofrecer una "salida" para ricos si las cosas se ponen peor, o bien para explotar de alguna manera inimaginable el nuevo. ¡Preocupémonos de respetar y darle cariño a la Tierra en la que vivimos, por favor!
Querida Esther:
Perdona que no haya correspondido antes a tu indignada y justa reflexión. Es que todavía no estoy yo muy ascotumbrado a mirar si alguien ha dejado su sello en mis escritos anteriores. Ahora ya no se me pasaré ni uno... o eso quiero.
En cuanto a los explotadores, por lo que a mí respecta no pienso seguirles el juego. Siempre, claro, que les vea venir, que no siempre es posible. Gracias de veras..
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